Hoy he tenido un atípico despertar. Tras apagar el despertador he oído
el incesante tintineo de la lluvia en los cristales, que delata una cortina ligera
de agua mojando las calles. Tras varios meses sintiendo ese calor pegajoso
desde primera hora de la mañana, hoy una humedad fresca invadía toda mi casa.
Si no fuera por el pitido del despertador retumbando en mis oídos, creo que
hubiera sido un despertar perfecto; una de esas mañanas interminables de
periódico y café con el sonido de la lluvia empapando mis sentidos.
Hoy huele a ozono y hojas caídas en el suelo, huele a uvas y vendimia;
huele a OTOÑO! ¿Será solo un espejismo? ¿Finalmente el verano ha dado una
tregua y consiente que guardemos las camisetas de tirantes y saquemos paraguas,
gabardinas y pañuelos?
Adoro el verano, pero tengo que reconocer que el otoño me parece una
estación mágica, cargada de olores agradables, paseos entre hojas secas, lluvia
cantarina mojando los cristales y unos complementos en tonos marrones y ocres
divinos. Además el otoño me evoca postres de manzana, uvas, frutos secos y
muuucha canela. Masas hojaldradas con crema pastelera, glaseado de las primeras
naranjas, toques de chocolate y café… un despertar de los sentidos!
Para celebrar el cumpleaños de mi amiga Ana y por supuesto la llegada del Otoño, he preparado unos cupcakes de manzana asada especiados.
El bizcocho está elaborado con manzana reineta asada. Para los que no
conozcáis esta variedad, la manzana
reineta resulta perfecta para añadirla a los postres, ya que tiene un sabor
ácido que contrasta a la perfección con el dulzor del azúcar moreno. Además le
he añadido una mezcla de especias que da el punto perfecto a un bizcocho que
sorprende por su jugosidad y matices. ¿Qué especias he utilizado?
Podría decir que es un secreto para hacerme la interesante, pero lleva canela, clavo, nuez moscada y algo de jengibre. Son las especias del té “Chai”, una de mis infusiones favoritas para los días fríos y lluviosos.
Podría decir que es un secreto para hacerme la interesante, pero lleva canela, clavo, nuez moscada y algo de jengibre. Son las especias del té “Chai”, una de mis infusiones favoritas para los días fríos y lluviosos.
Aunque soy una amante del chocolate, esta vez me he decidido por una crema de queso y dulce de leche. El sabor del caramelo marida perfectamente con la base de manzana especiada, “no tan dulce” como cabría esperar de un bizcocho tradicional.
¿He dicho chocolate? Por supuesto no he podido resistirme a incluirlo
en la receta en forma de decoración. Una boquilla de estrella abierta da un
aspecto rústico a estos cupcakes, rematados con una filigrana de chocolate
negro… tan irregular y cambiante como el tiempo otoñal!
Por favorrrr... que pinta mas buena.
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